miércoles, 26 de agosto de 2015

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 Epilepsia: una nueva alternativa para cuando los medicamentos no funcionan

Se estima que cerca de 400 mil argentinos padecen la enfermedad. La dieta Atkins modificada se utiliza para el tratamiento de los casos que no responden a la farmacología disponible

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La epilepsia es una de esas enfermedades de las que poco se comunica, aunque afecte a alrededor de 400 mil argentinos, principalmente a los más chicos.


Eric Kossoff, especialista en neurología pediátrica del Instituto Médico Johns Hopkins, presentó un estudio sobre 30 niños con epilepsia refractaria -aquella que no responde a los medicamentos- tratados con la Dieta Atkins Modificada, más un suplemento cetogénico.


Los resultados revelaron que el 80 por ciento de los participantes registró una reducción en la cantidad de convulsiones superior al 50 por ciento. Y entre ellos, el 37 por ciento logró una reducción mayor al 90 por ciento.


Sobre la epilepsia


"La epilepsia es una enfermedad que no respeta sexo, edad, ni clase social. En cuanto a la prevalencia en nuestro país, extrapolando valores internacionales de referencia que registran una cifra cercana al 1 por ciento de la población, nos da un total del orden de los 400 mil casos, de los cuales aproximadamente el 60% son niños", sostiene el Dr. Roberto Caraballo, neurólogo pediatra, jefe de clínicas, unidad de video-monitoreo y electroencefalografía del servicio de neurología del Hospital Garrahan.


La epilepsia es una enfermedad neurológica que tiene tres posibles causas: la genética, que es la más frecuente y que suele ser 'edad-dependiente', generalmente con buen pronóstico; la estructural o metabólica, que se origina por lesiones cerebrales hereditarias causadas por trastornos del metabolismo, y -por último- los casos de causa desconocida


"Los pacientes que no responden al tratamiento farmacológico pueden beneficiarse o bien con cirugía, con estimulación vagal (de acuerdo al síndrome) o, en la mayoría de los casos, mediante la administración de una dieta cetogénica, quedemostró reducir hasta un 50 por ciento las crisis, e incluso en algunos pacientes erradicarlas por completo", agrega Caraballo.


Los detalles del estudio


El prestigioso Instituto Hopkins, de Baltimore, Estados Unidos, comenzó en 2001 a trabajar con la Dieta Atkins Modificada, con niños con epilepsia. En el Hospital Garraham, Kossoff, líder de la investigación, presentó los resultados del estudio realizado sobre 30 chicos, en los que se obtuvo un elevado nivel de respuesta a la Dieta Atkins Modificada, complementada durante el primer mes con un suplemento cetogénico.


Tras un mes de seguimiento, el equipo del Intituto Hopkins reveló que el 80 por ciento de los menores tuvo una reducción en la cantidad de convulsiones mayor al 50 por ciento, mientras que dentro de ese grupo, casi 4 de cada 10 (37%) logró una disminución superior al 90 por ciento.


En opinión del Dr. Eric Kossoff, principal investigador del trabajo, "si bien la Dieta Atkins Modificada no requiere la incorporación de una fórmula cetogénica, este estudio demostró que si esta fórmula se emplea durante el primer mes de tratamiento, la dieta es más efectiva. Además, el suplemento aporta una buena fuente de grasas y contribuye a la adherencia al tratamiento".


¿Qué es una dieta cetogénica?


Un régimen alimentario con una composición rica en grasas y baja en hidratos de carbono, que contribuye a que en la sangre se concentren más 'cetonas', que son las sustancias que poseen un fuerte efecto anticonvulsivante. Son unaalternativa dietaria terapéutica para el tratamiento de las epilepsias refractarias.


¿Cómo es la dieta cetogénica?


La Dieta de Atkins Modificada es una variante menos restrictiva que la dieta cetogénica clásica. Ambas se caracterizan por incluir lácteos, aceite, carnes de todo tipo, frutas y verduras y por restringir la ingesta de hidratos de carbono, como por ejemplo cereales, papas, galletitas, choclo, batata y pastas.


Sin embargo, en la dieta cetogénica clásica se controlan y se miden con la mayor precisión posible la cantidad de calorías, proteínas y líquidos que se ingieren. Mientras que la Dieta Atkins Modificada no restringe el consumo de calorías, proteínas ni líquidos, por lo que no requiere el control ni la medición minuciosa de estos componentes. Ello le permite al paciente, por ejemplo, concurrir a un restaurante y no tener que pesar los alimentos que consume.


¿Cómo funciona?


A partir de la ingesta excesiva de grasas y reducida en carbohidratos, se estimula la producción de cetonas en sangre, las que actuarán sobre el cerebro con sus efectos anticonvulsivantes. También promueven una mejora en la actividad mitocondrial, lo que potencia la acción de los neurotransmisores, y reducen levemente la glucosa, contribuyendo también con ese efecto anticonvulsivante.


Cuando una dieta incluye carbohidratos, éstos se metabolizan como azúcar y el organismo utiliza la glucosa como fuente de energía. Mientras que con una dieta muy baja en hidratos de carbono y elevada en grasas, el cuerpo toma la energía de las grasas, promoviendo un proceso de degradación que genera las cetonas.


La doctora Marisa Armeno, médica pediatra, especialista en nutrición infantil del servicio de nutrición del Hospital Garrahan, explica: "La dieta cetogénica clásica tiene casi 100 años de uso, con numerosas investigaciones internacionales la avalan. En el país contamos con una gran tradición y experiencia con respecto a su uso, ya que es la más utilizada en los niños, mientras que los adolescentes y los adultos suelen sentirse más cómodos, por el tipo de vida que suelen llevar, con la Dieta Atkins Modificada".


¿Qué es la dieta Atkins?


"En ambos casos puede acompañarse la dieta con un suplemento cetogénico, que es un compuesto que contribuye a mejorar la relación cetogénica de la dieta y a disminuir el déficit de micronutrientes".


"La dieta debe estar controlada por profesionales, ya que a los tres meses de consumirla regularmente comienza a darse un cambio en el metabolismo del paciente. El cerebro comienza a utilizar cetonas en lugar de glucosa como combustible", agrega Armeno.


Por su parte, Kossoff sostuvo que "la dieta cetogénica clásica contiene un 90% de grasas, 8% de proteínas y 2% de hidratos de carbono, mientras que la dieta Atkins modificada incluye 60% de grasas, 30% de proteínas y 10% de carbohidratos. Suele indicarse generalmente en adolescentes y adultos, ya que puede realizarse fuera del ámbito hospitalario y no requiere pesar ni medir las porciones de los alimentos".


"La implementación de una dieta cetogénica en niños con epilepsias refractarias permite que un 60 por ciento de esos niños disminuya más del 50 por ciento de las crisis que tenían antes de la dieta y que, de éstos, el 10 por ciento quede absolutamente libre de crisis, además de la posibilidad de mejorar en otras áreas, como el neurodesarrollo y la calidad de vida", remarca Armeno.


Los efectos secundarios


"Como todo tratamiento médico tiene efectos secundarios. Lo bueno es que, a diferencia de los medicamentos, donde se debe bajar la dosis o abandonarlos, durante la dienta cetogénica se pueden utilizar suplementos para mejorar estos efectos. Generalmente son exitosos, por lo que no debemos dejar la dieta," explica Kossoff.


"ES FUNDAMENTAL NO HACER LA DIETA POR CUENTA PROPIA, SINO CON EL ACOMPAÑAMIENTO DE LOS PROFESIONALES".


"Entre los efectos indeseados se encuentra la constipación, hipoglucemia y, en algunos casos, vómitos. Estos se pueden mejorar con tratamientos especiales. Los efectos menos comunes pueden ser colesterol alto, cálculos renales o efectos en el crecimiento. En estos casos es muy importante la supervisión de un neurólogo y un nutricionista. Aunque en estos casos también puede modificarse con suplementos".


Para mayor información sobre las dietascetogénicas, recetas especiales y datos útiles sobre la enfermedad, por favor consultar el sitio web www.dietaparaepilepsia.com.ar

miércoles, 11 de marzo de 2015

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La estimulación cerebral profunda para la epilepsia refractaria reduce en un 69% la media de crisis a los 5 años

| 4/03/2015 - 14:40

La estimulación cerebral profunda (DBS, por sus siglas en inglés) para la epilepsia refractaria reduce en un 69 por ciento la media de crisis a los 5 años, según los resultados del estudio 'Sante' realizado por Medtronic.
MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
El trabajo, publicado en 'Neurology', comprende los resultados a largo plazo de seguridad, de eficacia y de calidad de vida de la terapia 'Medtronic DBS' y desvelan que está asociado a una reducción sostenida y estadísticamente significativa de la frecuencia de las crisis con respecto al inicio del estudio, que continuó mejorando a lo largo del mismo.
Además, el porcentaje de pacientes respondedores fue del 68 por ciento a los cinco años y del 43 por ciento al año del estudio; el 16 por ciento de los pacientes experimentaron un intervalo libre de crisis, de al menos 6 meses, durante los cinco años de tratamiento; y hubo mejoras estadísticamente significativas en la gravedad de las crisis y en la calidad de vida a los 5 años y al año frente al inicio del estudio.
El evento adverso más común en los cinco años de estudio fueron las infecciones en la zona del implante, con una tasa del 10 por ciento, y no se observaron muertes relacionadas con el dispositivo, ni tampoco eventos adversos no esperados. De hecho, los problemas relacionados con el implante del dispositivo fueron reversibles, y estuvieron en línea con lo que cabría esperar de este procedimiento quirúrgico.
ES SIMILAR A UN MARCAPASOS
En concreto, la terapia 'Medtronic DBS' para epilepsia consiste en el implante quirúrgico de un dispositivo médico, similar a un marcapasos, que envía estímulos eléctricos a una zona del cerebro denominada núcleo anterior del tálamo. Está aprobada para su uso en más de 30 países, incluyendo Canadá, Australia y países de la Unión Europea, como tratamiento complementario de las crisis parciales en adultos con epilepsia refractaria a la medicación.
"Los últimos hallazgos del estudio 'Sante' proporcionan una visión importante de los beneficios a largo plazo de la terapia DBS, lo cual resulta alentador para los pacientes con epilepsia parcial severa resistentes a otros tratamientos y que no son candidatos a cirugía resectiva", ha asegurado la autora principal de esta publicación, Vicenta Salanova.
Se estima que la epilepsia afecta a 50 millones de personas en todo el mundo, y más concretamente a unos 6 millones de personas en Europa y a alrededor de 400.000iv en España. En al menos un 30 por ciento de los casos, la epilepsia no se controla con el tratamiento médico, condición que se diagnostica, generalmente, una vez constatada la falta de eficacia en el control de las crisis de dos fármacos anti-epilépticos.
"El estudio continúa ofreciendo a la comunidad médica resultados muy valiosos sobre los beneficios de la terapia DBS para personas con epilepsia refractaria. Estamos comprometidos a poner a disposición de médicos e investigadores de todo el mundo datos clínicos y pre-clínicos sólidos, incluyendo registros exhaustivos, para ayudar a pacientes con epilepsia severa que no han tenido buenos resultados con otros tratamientos", ha zanjado el vicepresidente y director general del negocio de Neuromodulación de Medtronic, Lothar Krinke.

lunes, 9 de febrero de 2015

DIA INTERNACIONAL DE LA EPILEPSIA

Buenos dias por fin ha llegado nuestro dia el DIA INTERNACIONAL DE LA EPILEPSIA ahora ya solo nos falta concienciar a la gente de esta enfermedad y que no solo existen las crisis convulsivas sino q hay muchas clases de crisis y que las personas q la sufren pueden tener una vida como el resto y trabajar como el resto pero con algunas limitaciones en ciertos trabajos. Que hay gente que esta muy preparada pero hoy en dia siguen discriminandonos por la enfermedad aunque la mayor parte de los afectados la llegan a controlar con la medicacion. Que sepan la cantidad de epilepticos q hay en el mundo teniendo en cuenta que solo en cantabria hay unos 40000. Asi que para todas las personas y sus familiares de esta enfermedad desearles feliz dia ya q hoy es nuestro dia.

lunes, 19 de enero de 2015

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En el Padilla operaron a un joven con epilepsia para que sufra menos crisis

A un joven de 23 años le colocaron un electrodo que disminuirá las convulsiones y su intensidad. “Vivimos emoción tras emoción”
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SE ENTIENDEN CON LA MIRADA. “Mamá, quiero salir solo...., ya no me caeré en cualquier parte ¿no?”, le dijo Abel, emocionado, a Silvina. la gaceta / fotos de analía jaramillo  |  Ampliar  (1 de 3 fotos)
Abel Fernando Hassán debe haber festejado como nunca Nochebuena y Navidad. El 24 a la mañana le dieron el alta en el Hospital Angel C. Padilla y partió chocho a su casa de Manuel García Fernández. “Mamá, ahora sí que voy a poder salir tranquilo porque ya no tendré convulsiones ni me voy a caer en cualquier parte...” , expresó muy optimisma con sus ojos negros brillantes clavados en los de su madre, Silvina Rodríguez Leiva de Hassán.

Tanta alegría del joven de 23 años tiene razón de ser. Después de varios años de vivir cohibido y temeroso porque ningún tratamiento lograba ponerle coto a sus crisis epilépticas -cada vez más frecuentes y prolongadas-, el neurocirujano doctor Álvaro Campero lo operó para reducir al mínimo las convulsiones.

“Por suerte, todo salió bien. Con mi marido Adrián Alberto Hassán vivíamos dedicados a Abel, el segundo de cinco hijos. El pequeño quiosco que tenemos en casa, más el Profe y la pensión por discapacidad que cobra Abel (nació con hemiplejia izquierda porque sufrió un ACV durante la gestación), nos permitieron afrontar varias cirugías en la pierna, el pie, el brazo y la mano del lado afectado del cuerpo, además de las internaciones por crisis epilépticas...”, narró Silvina. En reiteradas oportunidades matizó la charla con elogios y agradecimientos a los médicos y a todo el personal que atendieron a su hijo, tanto en el hospital como en el banco de prótesis y en el Ministerio de Salud.

“Vivimos de emoción en emoción...”, comentó sonriente. El neurólogo clínico, doctor Martín Maldonado, le diagnosticó la enfermedad y le indicó el tratamiento. “Al ver que no le surtía efecto, nos dijo que con una operación Abel podría mejorar la calidad de vida. Y le hicimos caso...”, añadió.

Abel quiso contar en primera persona lo que exprimentaba antes de cada crisis. “Yo sabía cuando me iban a venir las convulsiones porque me transpiraban las manos... La buscaba a mi mamá y le avisaba..., la quería tener cerca mío. No quería salir solo porque tenía miedo de desmayarme en otro lado, caerme y lastimarme...” Su mamá le tomó la mano, lo acarició y le habló con dulzura: “ya está hijo, ahora todo será distinto... Ya tuviste mucho golpes y tenés muchas cicatrices en todo el cuerpo...”

“Mamá ¡quiero salir!... Ahora voy a poder salir a caminar y a pasear solo ¿no?... ¡Qué lindo!...”, insistió Abel.

La cirugía“Es la primera operación de este tipo que se realiza en un hospital público de Tucumán. Le colocamos un estimulador vagal en el cuello (un electrodo alrededor del nervio vago izquierdo), que está unido a un dispositivo ubicado en la axila. Éste envía impulsos eléctricos al nervio y lo estimula (ver infograma). Los impulsos llegan al cerebro y producen una disminución en la cantidad y en la intensidad de las crisis epilépticas. Esta cirugía está indicada para algunos casos de epilepsia refractaria, que son los que presentan resistencia al tratamiento directamente (no responden al uso de fármacos antiepilépticos)”, explicó el doctor Campero a LA GACETA. Lo hizo junto a su par, el doctor Martín Paíz, neurocirujano que también participó del acto quirúrgico.

Los médicos detallaron que existen tres tipos de crisis epilépticas: las parciales simples, las parciales complejas y las generalizadas. “Abel no sólo sufría las crisis epilépticas más conocidas (las convulsivas con caídas al piso) sino también otro tipo de crisis: estando con los ojos abiertos y la mirada fija -por ejemplo- realizaba cosas en forma automática y luego no se acordaba nada. Otras veces las crisis eran similares a las producidas por trastornos piquiátricos, con alteraciones de la conducta. Por eso fue muy importante el diagnóstico certero que le hizo el doctor Maldonado...”, destacó Campero.

Aura epilépticaMuchas veces, antes de las crisis epilépticas convulsivas, los pacientes tienen síntomas y sensaciones inespecíficas: irritabilidad, alteraciones del sueño, del apetito o del comportamiento. “A esto se le llama aura epiléptica, que es la sensación previa a la crisis: malestar epigástrico (dolor de estómago) o miedo, angustia y nerviosismo. En el caso de Abel, la transpiración de las manos era un signo de que la crisis se desencadenaría en forma inminente”, detalló el neurocirujano.

Campero también aclaró que no existe un patrón específico para las crisis: pueden durar desde segundos hasta varios minutos e incluso pueden presentarse durante el sueño.

Los síntomas más comunes
- Algunas personas pueden tener simples episodios de ausencias; y otras, pérdida del conocimiento y temblores violentos.

- Sensación extraña antes de cada crisis: hormigueo, percibir un olor que no existe, cambios emocionales...

- Las convulsiones suelen ser similares entre sí.

- Los síntomas varían de un paciente a otro.
Algunas causas de la enfermedad

El término epilepsia deriva del griego “epilambaneim”, que significa “tomar por sorpresa”. Puede deberse a una lesión cerebral, ACV, tumor o a una causa desconocida (idiopática). Produce crisis repetidas: episodios de alteración de la actividad cerebral con cambios en la atención y la conducta. El tipo de convulsión o crisis depende de la parte del cerebro afectada y de la causa de la enfermedad.